Este Hotel perteneciente a la cadena de Relais & Chateaux , es una auténtica maravilla, que hemos tenido la suerte de disfrutar esta semana.
En 2003 la familia Lorenzo García se enamoró a primera vista de esta antigua fábrica de papel del sigloXVIII y decidió restaurarla siguiendo los principios de desarrollo sostenible.Así ha creado, en más de una hectárea de verdor,un hotel ecológico que responde a todas las expectativas de un viajero sibarita.
A unos 2 kms de Santiago,este oasis de paz caracterizado por el amor al detalle y decorado con gusto con obras de arte y antigüedades,ofrece un excelente restaurante, un spa que aúna lo mejor de la tradición occidental y oriental y un servicio atento y personalizado.
El spa nos encantó es enorme, muy moderno y todo está cuidado el máximo detalle.Puedes estar el tiempo que te apetezca (no hay horarios) además, hay muy poca gente, en nuestro caso ,estuvimos solos las dos horas.
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Lo peor: no encontramos nada negativo:)
Espero volver pronto porque acabo de llegar y ya estoy echándolo de menos.
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